6.7.06

más sobre el control de la circulación en la fotografía

Intercambiamos hace unos días con Gabriel, algunas ideas más sobre ese problemático punto del control de la circulación de la obra, que uno definitivamente cede bajo una licencia como cc.

No es un tema para simplificar, siendo que en el caso de la fotografía la posibilidad de que la significación sea fuertemente influida por el contexto no es díficil: esto es, la fotografía es un tipo particular de registro de lo real, con una mediación tecnológica que lo torna "inocente", "objetivo", etc. y desdibuja al autor del otro lado, como si fuera un simple "recolector" de lo que estaba frente a él.

Barthes en aquel famoso artículo "El mensaje fotográfico" analizaba precisamente como la fotografía tiende a producir una significación diferente, a veces opuesta al texto, en una noticia periodística.

Y no es raro que la misma imagen fotográfica documental, que se propone como "prueba" de que tal hecho es tal como se lo interpreta, pueda usarse para ilustrar o afirmar interpretaciones muy distintas, a veces opuestas.

Este problema, en parte, es el que va a animar proyectos como fuera la Agencia Magnum, o todas las agencias independientes de fotografías, que han querido controlar precisamente, el contexto en el cual se incluyen las fotografías en los medios, como un modo de garantizar que no serán usadas asociadas a un espíritu diferente del que les dió origen.

Podría ser que este tipo de fotos, las documentales, requieran de un tratamiento diferente a otras imágenes. Quizá deberían ser tratadas como un todo junto con el texto, la referencia verbal que orienta su significado.

Porque creo que una fotografía sólo presenta este problema cuando se propone como prueba, como "ventana a la realidad", cuando pretende hacernos olvidar que es una fotografía, una imagen construída.

En otros casos, aún cuando conserva su ambivalencia, o sus múltiples significados posibles de orientar con textos hacia distintas intenciones, mientras que no se proponga como documento, pienso que es la propia imagen la que debería resistir, desde lo estrictamente fotográfico, interpretaciones totalmente opuestas a la intención de su autor.
Como un criterio de eficacia, me parece que una obra que podría ser puesta a funcionar en un entorno de significados totalmente opuesto, y aún así, funcionara bien ... entonces, esa obra tiene problemas de adecuación entre su intencionalidad y su concreción.

Tema para seguir pensando ...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero ¿cuál es la intención? ¿la del ator o el espectador? Si ves? Quiero decir que la pregunta por la verdadera intención, o la intención en concreto que tiene el creador polariza la discusión de nuevo en objeto-sujeto. Otra posibilidad es el movimiento, el intercambio, la unión que se abre y se expande de modo tranquilo e intenso. Y en este concepto de movimiento, de flujo, no hay dialéctica como horizonte, lo hay como punto de reconocimiento pero no como futuro de experimentación. Hay que separar dos cosas que no son dialécticas ni contrarias sino frutos necesarios de un despliegue de potencialidades: el reconocimiento, el entorno de confianza de donde se tiene que partir porque solo de aquí se puede emerger, y la movilidad misma, el acontecer, el acaecer que como experiencia más alla del reconocimiento (pues este es nuestro lugar de partida, el que nos cuida la espalda, lo que nos respalda) funda un mundo que ya no puede asimilarse de modo dialógico, y no hay necesidad sopena de caer en un radicalismo racional.
Una cosa es que estemos tratando de expandir el entorno de confianza y otra cosa muy diferente lo que podemos hacer "en" la obra.
James

derivada dijo...

James, me temo que me perdí en tu comentario.
Quizá podrías poner un ejemplo?

Expandir el entorno de confianza (permitir que otros continúen o por lo menos se copien mi trabajo), a partir del reconocimiento al autor, si es que entiendo tu idea, es lo que propone estas alternativas al copyrihght.

El tema es que algunas personas se preocupan, con justificadas razones, por lo que algunos pudieran llegar a hacer con su producción, especialmente los medios (que también se benefician al mismo nivel que los receptores finales de un licencia libre); y particularmente en estos mensajes fotográficos documentales, donde creo que el problema cambia, respecto de una práctica artística.

Espero tus aclaraciones,

Anónimo dijo...

Sí, tienes razón, el ejemplo es clave. Quizás el "sin-ejemplo" sea precisamente el estado mental a evadir. No creo que este estado mental tenga ninguna relación con nada y he ahí precisamente su inutilidad para la comunidad. Pero lo que le da peso a vuestro argumento es el concepto "medio", que tal y como lo interpreto en contexto sería "mayoría organizada consciente o inconscientemente " (sobre todo la última, o sea, manipulada). Ahí no hay nada que hacer con la foto sino con la "mayoría " con el GENERAL INTELECT. Solo si el caso particular de la foto me da la oportunidad de conectarme con la mayoría (o una mayoría), por ejemplo un escándalo en los "medios" o algo así, entonces la foto vale, pero solo por lo anterior, sino, el problema esencial sigue siendo esa mayoría. Por eso la cultura libre, siempre y cuando tienda a la mayoría, y no solo como concepto. Y además, así se organizara una mayoría alterna a la de los medios, esta no podría satisfacerse eticamente en un mero ser otra mientras los medios siguieran siendo una gran mayoría, pues la idea no es que la foto tome dos significados contrarios o contrastantes, sino que la foto se desvanezca en el uso y reuso de una multitud creativa, volviendo a ser solo en el devenir de la mezcla y remezcla o tranquilamente no volviendo a ser nunca jamás.

Anónimo dijo...

Mejor dicho, se trata de reducir la ambiguedad de la ambiguedad. O sea, eludir la ambiguedad que es ambiguedad de nada o de cualquier cosa (ambiguedad en sí misma) y optar por el tipo de ambiguedad que es capaz de generar la obra en relación a algo específico, y que en esta relación precisa es donde funda su resistencia a ser desplazada o manipulada.

Anónimo dijo...

Sucede entonces que, siguiendo por el lado de una relación profundamente "ambiguedizada" gracias a la creación, se instaura una distancia que nos obliga a cambiar, luego de lo cual no sabemos nada excepto que vale la pena intentarlo pues parece ser este el camino de la apertura o uno de los posibles. ¿Cuál otro ven ustedes? Aquí lo clave es integrar acción y reflexión porque una mera reflexión se torna desquiciadamente deslizante, y la mera acción, sin querer queriendo, termina estableciendo de nuevo lo mismo con otra palabras.
La discontinuidad nos invita a un ir y venir que provoca un canal, un medium y ya no un sujeto de lo uno o lo otro. Lo uno y lo otro se integran.
La propuesta pertinente a estas palabras sería: ¡HAGAMOS UNA SOMBRA! EL ABISMO ESTÁ ALLÍ Y PUEDE SER HERMOSO. ARRIESGUÉMONOS A LA UNIDAD ABIERTA Y MOLECULAR, CONFIEMOS EN EL ORDEN DEL UNIVERSO.
POESÍA, POESÍA, SIEMPRE AL BORDE TRATANDO EL SILENCIO AL QUE EL POETA SE NIEGA. PERO ENTENDAMOS AL POETA, SIEMPRE OTRO, SIEMPRE EL MISMO, ROGANDO LA SOMBRA, SUPLICANDO LA LUZ SABIENDO QUE ES INÚTIL Y BELLO; ÚTIL SOLO PARA LA HUMANIDAD, Y ATRAVÉS DE ELLA Y ÚNICAMENTE A TRAVÉS DE ELLA, ÚTIL A LA TOTALIDAD.